martes, 22 de mayo de 2007

Entre dos chinas y una política exterior dormida


Los senadores del mexicano Partido Acción Nacional (PAN) Humberto Aguilar Coronado, Alejandro Zapata Perogordo y José González Morfín realizaron un viaje a Taiwan. Los legisladores, que pertenecen al mismo organismo político que el actual presidente de México, Felipe Calderón, han desatado algunos demonios ideológicos en los medios. Lo menos de lo que se les acusa es de la poca transparencia de su acción, de entrada en materia financiera: ¿quién pagó?
Pero más allá del aspecto financiero, se cuestionan algunos elementos centrales: ¿A qué fueron? ¿A nombre de quién lo hicieron? De lo anterior se desprenden otros aspectos de importancia variable, siendo el de mayor trascendencia, a los ojos por ejemplo del ahora opositor Partido de la Revolución Institucional (PRI), que la visita panista podría ser "
mal vista por China."

En circunstancias diferentes, los panistas no son los primeros legisladores del mundo que van a Taiwan o realizan una acción favorable a la isla pese a que el gobierno de su país acepta la política de una sola China; es decir, pese a que los lazos diplomáticos son con Beijing, actores estatales pero de un poder diferente al legislativo buscan un acercamiento a la isla del este de Asia. Hay ejemplos interesantes al respecto, siendo el primero de la República Checa, donde hace ya cerca de cuatro años, el mismo Josef Jarab, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado checo, y una veintena de sus pares mostraron abiertamente su apoyo al ingreso de Taipei a la Organización de la Salud (OMS). Lo hicieron ante una delegación del Yuan Legislativo de gira por Europa, la cual estaba encabezada por Parris H. Chang y por Liu Sung-pan. Algo similar habría pasado en Polonia, solamente que de manera más reciente, fines de 2006.
Finalmente, ya en el continente americano, están los legisladores chilenos, más famosos por su mutua relación sentimental que por sus andanzas asiáticas, Fulvio Rossi (socialista), miembro de la Comisión de Salud, y Carolina Tohá (Partido por la Democracia), integrante de la Comisiones de Educación, quienes hace dos años fueron a Taiwan con el propósito manifiesto de conocer las políticas hacia las personas con capacidades diferentes.
El viaje permite enunciar algunos elementos de reflexión para los interesados en política exterior, en general; y deMéxico, en particular:
1. Pese a lo pírrico de sus victorias, el gobierno taiwanés no ceja de realizar intenso cabildeo en todo el mundo para atraer simpatizantes a su causa.
2. Independientemente de la idea que se tenga sobre el conflicto en el Estrecho de Taiwan, China le ha impuesto al gobierno mexicano su agenda. Lo cual implica, en detrimento del gobierno de México, la imposibilidad de maniobrar a partir de una decisión soberana.
3. En muchos ocasiones, es posible escuchar voces oficiales mexicanas repetir el discurso beijingnés sobre el tema taiwanés. En pocas palabras, no hay política mexicana sobre el tema. La visión que se tiene del mismo es muy limitada.
4. Hay una tendencia mundial hacia la descentralización de la política exterior, lo que significa, bien encaminado, un positivo debilitamiento de los poderes ejecutivos, ya que permite mayores márgenes de negociación.
5. Calderón ha tendido al enclaustramiento respecto al mundo. En todo caso, es evidente su limitado conocimiento del mundo, sobre todo de su funcionamiento. Se debate entre la rijosidad a la Fox y la ausencia de políticas claras.
6. Las debilidades de la política exterior mexicana se resumen en la ausencia de elementos discursivos acordes a la realidad, de total carencia de elementos materiales para tener un papel protagónico internacional, de la falta de visión para ser un actor del sistema internacional y de la imposibilidad para manejar el poder suave de manera novedosa.
Por cierto, instancias gubernamentales mexicanas ya han enviado a su personal a Taiwan con anterioridad; la diferencia, en todo caso, es que lo han hecho con mucha discreción.
En fin, estamos ante una política exterior que reposa en los brazos de Morfeo.
Fotos tomadas de la Comisión Permanente del Congreso mexicano. en el orden en que aparecen son José Alejandro Zapata, Marco Humberto Aguilar y José González Morfín
Nota:
El título de la entrada es parafraseado de Entre Pancho Villa y una mujer dormida dirigida por Sabina Berman e Isabelle Tardán, película mexicana de 1995

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