El texto me gustó por muchos razones y por no pocas me impactó. Por ello, supongo, escribí una reseña para el número que acaba de salir de Estudios de Asia y África. Les comparto unas líneas y si dan click sobre el título de esta entrada podrán leerla completa:
El diario de Fang Fang, cuya primera entrada es del 25 de enero y la última del 24 de marzo de 2020, nos abre la puerta a un mundo de muchos continentes. Es un viaje de la conmoción al coraje y a muchas emociones intermedias, e incluso va más allá.
No sólo es intenso emocionalmente, también lo es por sus implicaciones políticas, que no son provocadas y mucho menos buscadas por la escritora. Fang construyó una narrativa con base en percepciones cambiantes alrededor de, por lo menos, los siguientes elementos: su estado de ánimo, la información y la conducta de diferentes actores sociales, y los avances sanitarios para enfrentar la
pandemia.El tema del diario no es menor: las vivencias de una escritora china y de sus conciudadanos que, según los medios, vivían en una ciudad desconocida y que ahora tiene relevancia global. Millones de personas, en una secuencia perfecta, región tras región, país tras país, con algunas excepciones, se han visto obligadas a restringir sus movimientos en diferente
intensidad según las políticas de sus autoridades, las posibilidades económicas individuales, la posición político-religiosa o la ubicación espacial, principalmente.