"¡Camaradas! Expresamos nuestro profundo agradecimiento a todos nuestros amigos de todo el mundo y al COI por ayudarnos a que Beijing logrará exitosamente ganar la sede de los juegos olímpicos” Así se expresó Jiang Zemin cuando la capital china ganó, a mediados de julio de 2001, la sede del evento a celebrarse en 2008.
En la reunión de Moscú, Beijing triunfó sobre París, Toronto, Osaka y Estambul. Los resultados aún están por verse, pero se trata de uno de las victorias diplomáticas chinas más aguerridas cuya batalla se remonta a 1993, cuando perdió por solamente dos votos frente a Sydney.
Todo el aparato estatal, desde el Consejo de Estado, se volcó para lograr la sede. Se trató de un proceso de negociación y propaganda, en su nivel, el del poder suave, tan importante como el también largo ingreso a la Organización Mundial del Comercio. Dentro del contexto de las organizaciones internacionales gubernamentales, se trata de los dos logros más sonados del gobierno chino.
Mientras que el aspecto comercial ha recibido enorme atención, lo mismo de los medios masivos que académicos, lo relativo al deporte ha pasado prácticamente desapercibido.
Existen muchos temas interesantes a analizar alrededor de ese fenómeno social, rico en manifestaciones sociopolíticas. Por ello, en Al asalto del olimpo: deporte, identidad y género en la República Popular China, Estudios de Asia y África, # 132, se ofrece un acercamiento al estudio de la relación entre deporte, identidad, y género teniendo como escenario los Juegos Olímpicos. El autor, Francisco Haro, expone que esos aspectos son construidos socialmente. El deporte, como construcción intelectual y como actividad social, es clave para el estudio lo mismo de la construcción identitaria que para la socialización política en la cual se dan las interacciones que ayudan a crear identidades.
Las fuentes de las imágenes son:
http://images.beijing-2008.org/45/60/Img211716045.jpg
http://iconglobe.net/blog/wp-content/uploads/2006/11/beijingolimpia.jpg
En la reunión de Moscú, Beijing triunfó sobre París, Toronto, Osaka y Estambul. Los resultados aún están por verse, pero se trata de uno de las victorias diplomáticas chinas más aguerridas cuya batalla se remonta a 1993, cuando perdió por solamente dos votos frente a Sydney.
Todo el aparato estatal, desde el Consejo de Estado, se volcó para lograr la sede. Se trató de un proceso de negociación y propaganda, en su nivel, el del poder suave, tan importante como el también largo ingreso a la Organización Mundial del Comercio. Dentro del contexto de las organizaciones internacionales gubernamentales, se trata de los dos logros más sonados del gobierno chino.
Mientras que el aspecto comercial ha recibido enorme atención, lo mismo de los medios masivos que académicos, lo relativo al deporte ha pasado prácticamente desapercibido.
Existen muchos temas interesantes a analizar alrededor de ese fenómeno social, rico en manifestaciones sociopolíticas. Por ello, en Al asalto del olimpo: deporte, identidad y género en la República Popular China, Estudios de Asia y África, # 132, se ofrece un acercamiento al estudio de la relación entre deporte, identidad, y género teniendo como escenario los Juegos Olímpicos. El autor, Francisco Haro, expone que esos aspectos son construidos socialmente. El deporte, como construcción intelectual y como actividad social, es clave para el estudio lo mismo de la construcción identitaria que para la socialización política en la cual se dan las interacciones que ayudan a crear identidades.
Las fuentes de las imágenes son:
http://images.beijing-2008.org/45/60/Img211716045.jpg
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