miércoles, 9 de septiembre de 2020

DISNEY VENCIÓ A HUA MULAN


Por más que se intente, no es posible ver una película en sí misma, solamente para divertirse, pasar el tiempo. 

No hay imágenes inocentes, mucho menos textos e intenciones. 

Incluso si se adopta una postura pasiva, el auditorio es receptor que internaliza discursos culturales, políticos e ideológicos, que  en algìun momento reproduciría en alguna circunstancia práctica.

Desde la perspectiva estética, sin ahondar en símbolos y discursos, la directora desaprovechó toda la riqueza cultural y escénica tanto de las tradiciones chinas como de sus escenarios naturales, para no hablar de los aspectos técnicos de las artes marciales.

Aquí me inclino por la metodología confuciana-práctica Mao Zedong, pondrìa a Niki Caro y a todo su equipo a ver libros de arte y películas chinas. Pondría a todas esas personas a ver todos los días durante un mes por lo menos  La maldición de la flor doradainauguración Juegos Olímpicos 2008Red Cliff y Los Tres Reinos.  Una buena dosis de películas de Jackie Chan no les haría mal.

El análisis de la película podría abarcar muchos aspectos, pero solamente enunciaré unos pocos.

Uno de los signos de mayor fuerza discursiva y de grandes intenciones ideológicas es logo. El desplazamiento e imposición del castillo insignia de la empresa sobre el paisaje chino computarizado.

No es un detalle menor, por lo menos por dos aspectos. Primero, la importancia como sello identitario corporativo e identificadores de la empresa ante el público, pero también ante la competencia.

Pero el segundo es el más importante. 

Las intenciones quedan claras, al desplazar a Mulan como el elemento esencial del discurso cinematográfico de diversas maneras. 

El padre, sobre todo con su voz en off, se convierte en el narrador de una historia que se supone no era de él, donde simplemente era un actor secundario, apenas un (pre) texto parta el guión principal.

De la historia se conocen principalmente dos canciones, con una argumentación esencialmente igual, pero uno es más largo que el otro.  Dichas canciones nos hablan de una joven norteña, seguramente no china, aunque nadie es chino en el sentido que hoy lo vemos, que hace lo que sus pares: tejer y esperar a casarse. El problema es que, para evitar que su padre, vaya a la guerra, lo suplanta.

En la película, Mulan es transformada, se le roba su identidad.

Primero en una mujer, ya en combate, por si la forma en que se suelta el pelo no fuera suficiente, le hicieron unas "anchoas" como si fuera de fiesta el sàbado por la noche. 

Además, pasa a ser en una princesa Disney que tiene como enemiga a una bruja, quien finalmente se arrepiente de su maldad y decide ayudarla. De hecho, a diferencia de otras princesas, la mala muere para salvarla. 

Este son dos de las características de las narrativas de la empresa: la mujer femenina bajo cualquier circunstancia y la existencia de un personaje mujer de maldad extrema.


Después de años fuera, el Khan premia a los combatientes de manera generosa. Nuestra heroína solamente pide un camello para regresar con su familia, compuesta por padre-madre, una hermana mayor y un hermano menor.


Sus compañeros de armas se dieron cuenta que era mujer hasta después de 12 años.

La balada dice al final:

La
liebre
macho
no
extiende
sus
patas,
la
liebre
hembra
tiene
los
ojos
brillantes.
Pero
cuando
ambos
corren
en
la
tierra,
¿cómo,
pues,
distinguir
cuál
es
cuál

La libre macho extiende sus patas,

la liebre hembra le brillan sus ojos.

Pero cuando ambos corren la tierra,

¿cómo, pues, distinguir cuál es cuál?

El discurso narrativo de Mulan, la película de Disney, no tiene ninguna relación con la balada "medieval" china. De hecho, más allá de algunos estereotipos, poco tiene que ver con la historia y la civilización chinas.


El asunto de la politización, por los que buscan el boicot fuera de China y los insatisfechos con la narrativa dentro del país, es otro tema. Por lo pronto, y hasta este momento, la venta de boletos para el estreno en cines iba mal.  

Ya cada quien sabrá si la ve y la opinión que se forme de ella. 


Ya la ví un par de veces y he repasado escenas.

Desagradables muchas cosas, como el maquillaje de Gong Li.

Para Mulan dejó de ser heroína para convertirse en princesa.

¡Disney la derrotó!

Otro tanto hizo con la escritura.   


(En el click al título de esta entrada hay una sorpresa)