Sería inútil negar que China se ha mundializado en muchos sentidos, ya no solamente como exportadora de baratijas, como se acostumbra a pensar. China busca ser un jugador global, lo que implica pagar ciertos costos.
Tiene que disputar su sitio enfrentando a las potencias, principlamente a Estados Unidos. Los chinos tendrán que pagar el precio, el tiempo dirá qué tan alto y si será más bajo que los beneficios, de su cada vez mayor presencia en el mundo, donde en los últimos meses se ha destacado África.
Precisamente en África, las empresas chinas enfrentan muchas dificultades, sobre todo debido a las situaciones políticas locales, muchas veces cargadas de violencia Los funcionarios chinos, lo mismo del gobierno que de las empresas privadas, tendrán que aprender a navegar en mares muy complicados, donde nunca se puede hacer una buena elección en materia de aliados, ya que no es posible satisfacerlos a todos y muchas veces responderán con violencia.
El día 24 de abril de 2007, en Etiopía, que no ha sido el único percance, el Frente Nacional de Libreación de Ogaden (FNLO) atacó las instalaciones de una empresa estatal china, SINOPEC.
Desafortunadamente para los chinos, no será el último incidente de esa naturaleza; por lo pronto, parece que va seguir el viejo camino de presionar a las autoridades locales para que los protejan, seguramente casi siempre sin mucho éxito.
Se seguirán planteando viejas preguntas: ¿Qué aportan las inversiones extranjeras en un país pobre? ¿Cuáles son sus responsabilidades? ¿Deben apoyar a todo tipo de gobierno?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario